Los sellos en España
Muy pronto, la implantación de los sellos en Inglaterra fue seguida por el resto de los países, lo que supuso una revolución en las comunicaciones y en el progreso de la humanidad. España fue el décimo país del mundo en utilizar los sellos en su servicio postal. La primera emisión de sellos de correos de España fue puesta a la venta el 1 de Enero de 1.850. El primer sello español estaba impreso en negro y reproducía el busto de la reina Isabel II visto de perfil. El autor fue D. Bartolomé Corominas. Su valor era de 6 cuartos. Para la realización de los sellos se han utilizado distintos sistemas de impresión: tipográfica, calcográfica, litográfica, huecograbado… El primer sello que se imprimió en España fue hecho mediante la impresión litográfica. Es el tipo de impresión apropiado para reproducir distintas variedades de los sellos, debido a la mayor intervención manual y la menor mecanización. El nombre de este tipo de grabado, compuesto por las palabras de origen griego: lithos, (piedra) y graphos, (dibujar), nos explica la forma de llevarlo a cabo. El artista dibuja sobre la piedra o el cinc que ya le dan preparado, lo mismo que si lo hiciera sobre el papel. Las tintas que se utilizan en el proceso litográfico son opacas y los colores conseguidos tienen igual características. Uno de los procedimientos más utilizados actualmente es el de huecograbado. La reproducción del original (fotografía o dibujo) se consigue por medio de procesos fotoquímicos, empleando clisés tramados. Se caracteriza porque su diseño carece de trazos tan nítidos como el manual.
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